¿Por qué es saludable el lomo ibérico?

El lomo ibérico apenas tiene grasas y aporta vitaminas A y B

Existe una diferencia importante y sustancial que debéis tener en cuenta entre el lomo ibérico y el embutido. En el primero de los casos, la carne se cura sin que antes se haya picado o mezclado con grasas. Por tanto, se trata de un derivado cárnico de lo más natural.

El lomo es la parte del cerdo que menos grasa aporta. Prácticamente no tiene vetas de grasa, siendo completamente carne magra. Tanto es así que se estima que su contenido de grasa ronda como máximo el 3%.

Hay que tener en cuenta que el lomo ibérico se toma del cerdo que se cría en libertad alimentándose de bellotas. Esta dieta repercute positivamente en la calidad de su carne. Las grasas que aporta al lomo ibérico son no saturadas, por lo que, aunque pueda parecer lo contrario en un principio, su consumo reduce la tasa de colesterol total.

Asimismo, el lomo ibérico posee un alto contenido en vitamina A, un nutriente que viene principalmente asociado al pimentón con el que se condimenta el lomo. Esta especie contiene betacarotenos, que ayuda al sentido de la vista y a mantener altas las defensas del cuerpo.

El lomo ibérico también cuenta con un alto contenido en vitamina B1 o tiamina. Esta es especialmente recomendable en periodos de embarazo o lactancia y, a su vez, después de operaciones o en periodos de convalecencia, ya que en estos casos, se produce un mayor desgaste y escasez de esta vitamina.
El lomo ibérico, fuente saludable de proteínas

Por otro lado, el lomo ibérico es una fuente muy adecuada de proteínas. Es un alimento ideal para el crecimiento de los niños, para aquellas personas que sufren un enorme desgaste físico a lo largo del día y para las personas mayores que no pueden comer excesiva carne.

Por último, se trata de un alimento de densidad elevada, con presencia de nutrientes necesarios para todas las etapas de la vida, en especial en los periodos de crecimiento.